Estrategias de salida
Durante todo el trabajo vamos a estar planificando con la mayor cantidad de detalle posible cada sesión, buscaremos siempre escenarios donde nuestros pacientes (perros) y clientes (humanos) puedan ser exitosos en su aprendizaje, guiar y modular estas sesiones. Es un trabajo de joyería.
Aún así no siempre las cosas salen como nos gustaría. Muchas veces aparece un perro de imprevisto, o una moto dobla en la esquina. Son cosas que pueden y nos van a suceder en la vida real pero tenemos que estar preparados para enfrentarlas de la mejor manera posible.
Para esto diseñamos las estrategias de salida, que vamos a usar en dos momentos del tratamiento, 1º cuando ocurran estos imprevistos, que no teníamos planificados dentro de nuestra sesión y 2º durante toda la primera etapa de trabajo en casa, tu perro igualmente tiene que salir a pasear (como parte del programa de mejoramiento del bienestar) y aun no vamos a estar trabajando la reactividad, no vas a tener ejercicios específicos, por lo que debemos evitar estos conflictos. Así que en esta primera etapa de trabajo, durante el paseo, en cuanto identifiques un estímulo gatillo, debes buscar tu estrategia de salida.
Las estrategias de salida se refieren a una evaluación constante durante tu paseo del ambiente, de los objetos que te rodean (algunos pueden actuar a tu favor y otros en contra) y de cómo se va disponiendo o desarrollando la situación de conflicto, ya que esto puede variar tu estrategia de salida. El objetivo de las estrategias de salida, es como dice su nombre salir de un conflicto con el menor daño posible, el menor retroceso en tu trabajo posible, ya que cada evento reactivo, lamentablemente va aumentando paulatinamente la reactividad de tu perro.
Durante todo el paseo, vamos a ir observando nuestro ambiente y evaluando, siempre durante una estrategia de salida nuestra primera meta debe ser aumentar la distancia con ese estímulo gatillo, ya que la reactividad siempre va a tener una distancia crítica en la que se activa. Si no alcanzamos esa distancia, no importa, podemos buscar otras estrategias como un bloqueo visual, con un auto o unos arbustos pero la clave está siempre en anticiparse, en cuanto antes puedas identificar un estímulo gatillo, mejor preparado estarás para enfrentar esta situación.
Como recomendación clave: durante la reactividad, trata de mantener la mayor calma posible, ya que los perros tienen empatía y si tú activas tu sistema de estrés, él también lo hará. Luego, durante la salida si tu perro ya está reaccionando, no lo retes, no trates de llamarlo, no le pidas nada, ya que su mente está 100% en modo emocional por lo que no puede (no es que no quiera) hacerte caso y para esto el modelado con correa, activo retrocediendo y cuidando de no tropezar o generar daño en el cuello del perro es tu mejor herramienta de trabajo.
¿Cómo actuar frente a una emergencia?
Siempre debemos ir evaluando el ambiente durante todo el paseo, conectados y atentos con nuestro perro. Si no tenía definida mi estrategia antes del problema, en cuanto aparece el estímulo gatillo levanto la cabeza, miro rápidamente alrededor y elijo la ruta que me aleje lo más posible del estímulo y la que genere un mayor bloqueo visual, una vez seleccionada tu ruta, si aún no está en un nivel 3-4 de la emoción, guíalo, conecta con él y sal por tu ruta de escape. Si ya está sobre el nivel de reactividad, usa el modelado con correa para sacarlo de ahí y luego de superado el evento, toma un minuto de calma para ayudar a tu perro a bajar sus niveles y siempre siempre repasa tu estrategia de salida, y evalúa que pudiste haber hecho mejor para la próxima vez.
No seas duro contigo, siempre realizar la elección más correcta durante un evento reactivo es sumamente complejo, porque tu también estás en un nivel 2-3 de la emoción.
Algunos ejemplos para entender las estrategias de salida y una invitación, jueguen a estrategias de salida en falso, para que tú y tu perro practiquen. (daremos alternativas en prioridad, si no funciona pasa a la siguiente)
- Caminando por la vereda aparece un perro en un edificio en la misma vereda que voy:
- Levanto la cabeza, y veo si puedo cruzar la calle, mucho tráfico.
- Levanto la cabeza y veo si puedo retroceder por el camino que venía (viene otro perro)
- Levanto la cabeza y escojo el lugar dentro de la misma vereda más alejado, y escojo un lugar con algún tipo de bloqueo visual (nunca uso mi cuerpo)
- Caminando por la calle, viene una moto:
- Levanto la cabeza, busco el lugar más lejano de la calle (puede ser una entrada a un edificio o un estacionamiento) luego evalúo si retroceder o avanzar (este es un punto controversial, a veces avanzar hacia el estímulo parecería contraproducente, ya que disminuyo la distancia, pero si retrocedo, voy a permanecer más tiempo con la moto, ya que vamos en el mismo sentido).
- Caminando por el parque viene un perro suelto hacia mí:
- Levanto la cabeza, me alejo (o avanzo dependiendo del escenario) tranquilamente modelando a mi perro, mientras tomo un puñado de premios (idealmente salchichas) y cuando el otro perro está a unos dos metros de mi, se los arrojó en frente o incluso en la cara (ojo, no es un arma, es un distractor) y mientras él se queda olfateando me sigo alejando. Esta estrategia se llama “la bomba de salchichas” y no siempre funciona, ¡pero es un último recurso valiosísimo!
Las estrategias de salida van a depender de múltiples factores, desde tu propio perro, su motivador, el estímulo gatillo, la velocidad e intensidad, del ambiente que te rodea, de si estoy en parque, calle, casa, etc. y finalmente también de ti, las habilidades y herramientas que tienes para manejar esta situación, anda probando y analizando diferentes estrategias de salida, evalúa su efectividad y cuál te acomoda más a ti teniendo siempre presente que es una herramienta, no la solución.