Pronóstico
El pronóstico de la APS es generalmente bueno, en un elevado porcentaje de los casos se resuelve satisfactoriamente. Siendo la colaboración y compromiso del cliente esencial y probablemente el factor que tiene un mayor efecto en el pronóstico. Los casos en los que se manifiesta a una edad muy temprana tienen mejor pronóstico que si el animal ya es adulto.
Prevención
Existen varias formas de prevenir la aparición de APS en un perro o cachorro que acaba de llegar a nuestras vidas
- Buena selección de un cachorro: obtener un perro que venga de un criadero familiar, en donde haya tenido acceso y cuidado directo de toda la familia. Así mismo es preferible evitar los criaderos comerciales que se dedican solo a vender perros. En el primer caso será más probable que el perro haya tenido una infancia sana y un proceso de destete natural con la madre.
- Realizar un adecuado desapego secundario con el dueño: al llegar el perro al hogar, formará un vínculo secundario con el dueño (el primario fue con la madre). En este periodo debemos establecer el vínculo y que tenga libre acceso a nosotros. Dormir con él si es que así lo queremos y darle todo el cariño que guste. Luego de 1 semana en nuestro hogar debemos dar comienzo al proceso de desapego secundario. Le entregamos espacios de independencia entretenidos y lo sacamos de la pieza si es que dormirá afuera en el futuro.
Los primeros días puede que llore o se queje al quedarse solo, debemos ignorarlo y pronto se acostumbrará a su nueva rutina. Debemos acostumbrar al perro a periodos cortos de soledad. La idea es que estos sean entretenidos y que involucren comida, juguetes, huesos, u otros formatos de enriquecimiento ambiental.
De a poco, aumentaremos gradualmente la frecuencia y el tiempo de estos periodos. Una forma de propiciar que se quede tranquilo es hacerlo después de los paseos, cuando esté más cansado y relajado. - Realizar una buena socialización y estimulación temprana: en el periodo de socialización que comienza a declinar a los 4 meses de edad aproximadamente, debemos asegurar que nuestro perro conviva y tenga buenas experiencias con la mayor cantidad de estímulos posibles. Este periodo es crucial para que el perro se exponga a distintos estímulos y desarrolle un adecuado control del estrés.