Enseñando «a tu lugar»
Este ejercicio le servirá a todos los perros, pero especialmente a los más ansiosos, que les cuesta regular sus emociones con visitas o perros con ansiedad por separación es sumamente útil y lo utilizamos en el protocolo de APS (Ansiedad por Separación).
Objetivos
En este ejercicio queremos que nuestro perro al escuchar el comando verbal a «a tu lugar» debe irse a acostarse a su cama y quedarse tranquilo.
Etapas
1º Etapa, con las 4 patas en su lugar
Partimos teniendo a nuestro perro atento frente a nosotros y con la cama cerca a 1 metro de distancia de nosotros o incluso más cerca. Le decimos «a tu lugar» de una manera clara y amable (jamás autoritaria) y luego con la mano lo invitamos a que se ponga encima de su cama. Apenas sus 4 patas entran en la cama marcamos con el «muy bien» y le entregamos el premio.
Para guiarlo a su cama, podemos hacer uso del ejercicio target dinámico o sosteniendo un premio en la mano (luring). Al principio puede que le cueste, o incluso que evite entrar en su cama, rodeándola, pero de a poco irá entendiendo que el premio sólo lo consigue estando con las 4 patas en su cama.
2º Etapa, cada vez un poco más lejos
Una vez que ya lo hace consistentemente con la cama a 1 metro de distancia y entiende el comando verbal «a tu lugar» junto con el visual del brazo estirado en dirección a la cama, empezamos gradualmente a alejarnos de la cama. Centímetro a centímetro nos iremos alejando mientras le pedimos «a tu lugar» y cada vez que ponga sus 4 patas adentro decimos «muy bien» y nos acercamos a entregarle el premio.
3º Etapa, cambiando de escenario
Una vez que ya podemos pedírselo desde distancias mayores debemos ir cambiando la cama de lugar y pedírselo desde distintas posiciones (con ambas manos) y con nosotros sentados en una silla o con la cama en otras piezas, por ejemplo.
4º Etapa, situaciones conflictivas
Si lo queremos ocupar para situaciones conflictivas como la llegada de gente al hogar, cada vez que suene el timbre, le pedimos el «a tu lugar» y no abrimos la puerta de entrada si es que el perro no se mantiene ahí. Al principio le costará y se moverá apenas uno se acerque a la puerta o apenas se comience a abrir, debido a las miles de experiencias previas, por lo que necesitaremos ayuda de las visitas en esta etapa.
Volver a pedirlo cada vez, hasta que vaya entendiendo que la única forma de acceder a las visitas es manteniéndose en su cama. Esto le exigirá autocontrol, tranquilizando a tu perro con las visitas. Luego de varias repeticiones, asociará el sonido del timbre con irse a su lugar.
Tips del ejercicio
Refuerza la permanencia:
En la Etapa 1, para poder practicarlo más veces y tener más repeticiones. Dar 3 premios por repetición, cada uno acompañado de un «muy bien» antes.
– El primero por llegar a su cama.
– El segundo por permanecer tranquilo en su cama.
– Y el tercero le decimos «muy bien» mientras está en la cama, pero le lanzamos el premio afuera lejos. Esto nos dará oportunidad para practicarlo nuevamente.
Soborno no es la mejor estrategia:
Si optamos por guiarlo con el premio en la mano hasta su cama, debemos intentar lo antes posible dejar de depender del premio y que empiece a hacerlo por el gesto de la mano.
Ayúdalo si le cuesta:
Si no se acuesta al llegar a la cama y se mantiene de pie, podemos hacer un luring para que se acueste y premiar varias veces en esa posición acostado.
Su cama es su zona segura:
Con este ejercicio empezarán a amar y a permanecer más tiempo acostados en su cama. Esto es algo positivo y que queremos reforzar. Así, cada vez que lo veamos acostado y en calma (revisar concepto de refuerzo de calma), aunque no se lo hayamos pedido, podemos lanzarle algún premio. Así, la cama solo será una fuente de cosas buenas.