Año nuevo
- el impacto que tenemos -
Que los seres humanos dejamos un impacto en el medio ambiente con nuestros estilos de vida, no es noticia nueva para nadie. Para nadie es desconocido que nuestros gustos, lo que comemos, lo que compramos y lo que hacemos deja un impacto en el planeta. Los viajes que hacemos, la calefacción que usamos en nuestro hogar, las cosas que compramos en el supermercado, las construcciones que hacemos, el agua que usamos, entre otras muchas cosas que realizamos a diario, dejan un impacto imborrable en el planeta.
Pero, afortunadamente, en estos últimos años la consciencia con respecto a esto ha ido en aumento. Cada vez hay más gente cambiando sus rutinas y hábitos diarios para disminuir al mínimo el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente. Es usual ver gente reciclando, comiendo menos carne, utilizando menos plásticos, eligiendo productos orgánicos, disminuyendo el uso del agua, entre otras muchas acciones que ya empiezan a ser parte de nuestros hábitos, con el objetivo de ser humanos más respetuosos con el hábitat que nos rodea y disminuir nuestro impacto negativo. En esta línea es que hemos tenido que modificar nuestras costumbres, hábitos, nuestra forma de hacer política, nuestras tradiciones, nuestros deportes e incluso nuestras fiestas.
Estando próximos a la fiesta de año nuevo es imposible que no se nos venga a la mente los espectáculos de fuegos artificiales que son tradición en estas fechas. La pirotecnia causa fascinación en mucha gente y niños de distintas edades, siendo en muchos casos una tradición familiar ir a observarlos y disfrutarlos. Sin embargo, no todos los que escuchamos y vemos los fuegos artificiales somos capaces de disfrutarlos. Estas bombas de sonido afectan a todo quien los escucha, tantos animales humanos como no humanos. Adultos, niños, enfermos, perros, gatos, caballos, aves y todos los animales que se encuentran en el rango audible se ven afectados por este capricho humano. Y, en su totalidad, ningún animal excepto algunos humanos disfrutan con esto, por el contrario, todo el resto se ven afectados negativamente y sufren consecuencias tanto a nivel físico como psicológico.
Las evidencias son claras y los estudios que se han hecho todos concuerdan: los fuegos artificiales son nocivos para todo el medio ambiente que nos rodea. Y si bien los efectos de los ruidos fuertes repentinos en los animales salvajes son difíciles de evaluar, ya que los impactos variarán dependiendo de la biología de cada especie. Sin embargo, hay evidencia de que ruidos fuertes impredecibles molestan a los animales salvajes, tanto para los que están en libertad como los que están en cautiverio. Por ejemplo, en algunas aves, el ruido de los petardos puede causar taquicardia e incluso la muerte. Una muestra del estrés que les provocan se refleja en que pueden causar el abandono temporal o permanente del lugar donde se encuentran. En caballos los signos de miedo y estrés también son evidentes. Se calcula que un 79% de los caballos experimenta ansiedad a causa de los petardos, y un 26% sufre lesiones al intentar correr, escapar o saltarse las vallas o cercos donde viven. Un lugar donde los efectos de la pirotecnia puede comprobarse de manera muy clara son los zoológicos. Se ha comprobado que el ruido de la pirotecnia pone en estado muy nervioso a animales como los rinocerontes o los guepardos, afectando también de forma visible a otros como los elefantes, mientras que los roedores continuaban corriendo minutos después de que los ruidos hubiesen parado.
Para nuestras mascotas estos efectos nocivos no son muy distintos. Perros y gatos tienen una audición considerablemente más potente que la nuestra, siendo para ellos mucho más invasivo el ruido de la pirotecnia que para nosotros. Se estima que un perro escucha 3 a 4 veces más fuerte que nosotros estos ruidos, causando en ellos un estado de miedo y estrés, que se intensifica a medida que se ven incapaces de escapar del sonido. Las reacciones a los petardos que con más frecuencia se pueden observar en un perro son el congelamiento o paralización, los intentos incontrolados de escapar y esconderse, y los temblores. También se pueden presentar otros signos más intensos, como salivación, taquicardia, vocalizaciones intensas, micción o defecación, actividad aumentada, estado de alerta y trastornos gastrointestinales, entre otros. Todos estos signos son indicativos de que es una situación que les provoca un profundo malestar. Existe evidencia también de casos con daños físicos tangibles. Por ejemplo, si los fuegos se producen cerca del animal, el daño en sus oídos puede llegar a provocar la pérdida total de audición. En el peor de los casos, se han contabilizado muertes por fallo cardíaco. Cabe recordar que, a diferencia de nosotros, los animales no tienen cómo anticiparse a estos sonidos fuertes, ni entienden qué es lo que son ni cuánto durara, lo que intensifica el estrés del momento.
En gatos se da una situación similar. Los gatos tienen una audición incluso mejor que la de los perros, afectándolos de igual manera estos ruidos intensos. Pero es posible que muchos tutores no sepan o no se den cuenta que sus gatos tienen miedo, o de la gravedad del miedo, porque es más probable que muestren respuestas pasivas como esconderse (en comparación con respuestas más activas como las vocalizaciones en perros). Aún así, el efecto por el estrés acústico es similar. La American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA) calcula que el 20% de las mascotas extraviados se produce cuando hay tormentas con truenos o cuando se lanzan fuegos artificiales.
No solo en animales se ha evidenciado casos de estrés y miedo profundo, sino también en humanos. Los expertos recomiendan cuidar a los niños de estos ruidos fuertes y protegerlos. Mantenerlos alejados de estas explosiones y ocupar protección en las orejas para evitar daños a nivel físico. Por otro lado, a nivel psicológico también se han observado casos negativos. Algunos niños más sensibles pueden reaccionar también con miedo y estrés, siendo más evidente en los casos de niños con trastornos del espectro autista u otras condiciones neurodiversas.
Los fuegos artificiales representan una forma de celebrar que afecta a todos quienes nos rodean, siendo invasiva y poco respetuosa con los demás. Así como lo hemos hecho con muchas otras costumbres, es momento de empezar a reemplazar esta tradición por otras formas de disfrutar que sean más sanas, como ya han empezado a hacer en otras partes del mundo. Pero, mientras esto sucede y nos encaminamos en esa dirección, te dejaremos con algunas recomendaciones y precauciones que debes tener con tu mascota para minimizar el daño y ayudarlo durante estas fiestas.
Recomendaciones
- Un buen paseo antes: Antes de la hora de los fuegos artificiales, preocupate de darle un buen paseo antes a tu perro, permítele olfatear y ejercitarse físicamente para que que este cansado y agotado a la hora del evento. Esto le ayudará a estar más tranquilo en ese momento. La secreción de serotonina que se produce en paseos de más de 45 minutos ayuda a regular emociones, se puede obtener naturalmente o por el uso de fármacos recetados.
- Encuentra el lugar adecuado: Busca el lugar de tu hogar que esté más alejado de estos ruidos, el que funcione más como “bunker”. Esto disminuirá el efecto. Por otro lado, si puedes probar colocando ruido blanco o simplemente ruidos de otras cosas (la radio o la tele) con un volumen moderado-alto también lo ayudará a camuflar el ruido de los fuegos artificiales. Cerciórate de tenerle su cama, frazada y todo lo que lo haga sentirse cómodo. En los gatos, una caja de cartón puede servir para que se introduzca y se mantenga ahí como refugio.
- Enriquecimiento ambiental: Aprovecha la comida rica que preparaste ese día o preparale un festín a el y hazle buenos juegos de enriquecimiento ambiental con la comida. Estos pueden ser juegos de olfato o juegos cognitivos que lo mantengan distraído y ocupado en este duro momento. Si tienes que ponerle la carne más rica o el filete más caro, hazlo! Mientras le ayude a gestionar mejor el momento, todo vale!.
- Acompañale: Evalua, que tan necesario es asistir a ver el espectáculo y quédate con él en este duro momento. Eres su mejor compañero, por lo que tu presencia siempre es positiva. Dale cariño, premios, acarícialo y acompañalo. Tu presencia le ayudará a gestionar mejor el estrés y el miedo del momento difícil.
- Uso de chaquetas antiestres: En algunos casos también se recomienda el uso de chaquetas antiestrés (Body Wrap – Thunder shirt). Éste ocupa el principio de que la presión en el cuerpo ayuda a calmar al animal (se ocupa también en humanos, guaguas, niños con autismo y ahora último en todo tipo de niños). Su forma de uso es estando en casa siempre bajo supervisión (esto se debe a que, por seguridad, jamás se recomienda dejar al perro solo con la chaqueta puesta). La presión ayudará a calmarlo mientras está expuesto a los ruidos fuertes.
- Anticípate y trabájalo para el próximo año: Este es un problema que probablemente tu mascota acarreará por el resto de su vida. Por eso es importante que te anticipes y crees un plan de trabajo para que en el futuro tu mascota pueda gestionarlo y no tenerle miedo a estas situaciones. Quizás para este año nuevo ya sea muy tarde, pero para los próximos tenemos mucho tiempo. Pronto subiremos una guía de trabajo para esto, o si también prefieres, puedes consultar por ayuda profesional del comportamiento, con alguien de confianza para ir desensibilizando y contracondicionando estas situaciones. Es un trabajo que puede tomar meses así que planificate con tiempo, el próximo año organizaremos un webinar para ayudarlos!!
Medicación o apoyo farmacológico:
- Adaptil (o DAP: Dog Appeasing Pheromone) es un producto que se encuentra en el mercado que funciona como una copia sintética de la feromona que produce la madre al nacer los cachorros, que logra que estos se calmen y relajen al estar cerca de su madre. Esta feromona se transmite por el aire y este producto logró sintetizarla, de forma que se puede comprar en forma de spray y ha demostrado resultados positivos en estudios científicos de que logra calmar y apaciguar a los perros que lo reciben.
- PROHIBIDO el uso de Acepromacina (nombre comercial – pacifor) ya que es un sedante y no un tranquilizante. Va a provocar la incapacidad motora de respuesta pero el perro va a estar plenamente consciente y con el mismo miedo que si no tuviera el fármaco. Esto se conoce como el síndrome de enclaustramiento y se refiere a que el cuerpo, al no responder es la propia cárcel del perro, sin poder escapar de su terror. Es un tratamiento muy negativo para tu perro, realmente una tortura que solo va a aumentar sus problemas conductuales.
- Existen otros fármacos que se pueden usar para ayudar a tu perro, pero requieren la consulta con un veterinario etólogo y exámenes sanguíneos por lo que no los mencionaremos en este artículo pero seguramente lo conversaremos en el webinar del próximo año!!ç
esperamos que les haya gustado, disfruten esta fiesta, prepárense y abracen a sus perros!!! déjanos tu comentario si tienes dudas, compartelo con tus amigos y nos vemos el próximo año!!