Contenido del curso
Conceptos
Para poder entrenar tenemos que entender un montón de mecanismos que nuestros perros están aprendiendo, en esta sección compartiremos nuestra experiencia junto con estudios científicos y de nuestra filosofía de entrenamiento como un sistema de comunicación y vínculo.
0/7
Curso de Entrenamiento Purina

Autoridad y Autocontrol


Disclaimer: Los conceptos se van repitiendo porque consideramos que es importante que los tengas siempre a mano.


Este es un tema polémico y controversial. En el entrenamiento siempre hemos escuchado la idea de que debemos demostrar autoridad y liderazgo con nuestro perro, incluso con nuestros cachorros, que debemos mandar con una voz firme para que sepa cuál es su escalón en la jerarquía familiar. ¡El perro debe aprender por autoridad! ¡El perro no puede mandar! 

Esta mentalidad tiene dos problemas gigantes.

La ciencia nos dice que esto NO existe!!

Primero, la teoría de la dominancia está basada en un mito, comprobado por la ciencia que no es verdad. Hasta hoy no se ha podido comprobar la jerarquía ínter-específica (Entre especies), siempre es intra-específica (Dentro de la misma especie). Y decimos

hasta hoy, porque nosotros y todos, debemos basarnos en estudios científicos. Este es un principio fundamental de nuestro sistema de entrenamiento. Y en la ciencia solo se puede decir algo como verdad

 hasta que se compruebe lo contrario, por lo tanto, hasta el día de hoy científicamente no existe evidencia de jerarquías entre diferentes especies. ¿Qué quiere decir todo esto? Que algunos animales sí tienen y entienden la jerarquía, pero sólo con individuos de su misma especie, es decir los caballos sí tienen jerarquía dentro de la manada o incluso con individuos de otros grupos, pero no le interesa competir por jerarquía con la vaca que está pastando al lado, o la gallina, o el cerdo. En el caso del perro a él no le interesa establecer una jerarquía u orden con nosotros. Si nos gruñe por algo, es otra la motivación, pero no la jerarquía ni dominancia. Si nos pone un pie encima debe haber algún motivador que lo está llevando a esa conducta pero JAMÁS ES DOMINANCIA. La única especie que tiene este problema somos nosotros. Nosotros hemos domesticado a otras especies, pero el caballo no quiere domesticar a la vaca y la vaca no quiere domesticar al gallo. Por lo tanto, el perro no tiene intenciones de dominarnos ni de controlarnos con sus conductas. Lamentablemente esta corriente de entrenamiento antigua ha vuelto a tomar relevancia por programas de televisión liderados por Cesar Millán, quien no es de nuestros entrenadores favoritos.

Si te interesa más el tema y eres nerd como nosotros, te dejamos varios enlaces donde aprender más:

  • Declaración de principios de la Sociedad Veterinaria Estadounidense de Comportamiento Animal (leer aquí)
  • 20 problems with punishment in animal training By Karolina Westlund October 2016

Eres tú el problema por el cual tu perro se comporta mal

El segundo problema de esta aseveración tan popularmente difundida es que pone en el dueño la responsabilidad de ser Dominante y Autoritario, ¡Debe ser el líder de la manada!. Lo hace culpable, en cierto modo, de los malos comportamientos del perro y esto es un error tremendo porque daña profundamente el vínculo humano animal. Cuando aprendemos un poco más de conducta, de entrenamiento y de la especie con que nos estamos relacionando nos damos cuenta que SIEMPRE HAY OTROS MOTIVADORES, que nunca fue dominancia por parte del perro o falta de liderazgo. De hecho, la definición de liderazgo se aleja mucho del uso y abuso en el entrenamiento animal.

 

Liderazgo es: “El proceso de influir en las actividades de un individuo o grupo para lograr un cierto objetivo en una situación dada” (Dubrin 1990, en Barker 1997).

Nuestra propuesta es entrenar en base a la comunicación y el vínculo, el entendimiento de las necesidades del perro como especie, del cómo se comunica con nosotros y cómo nosotros podemos comunicarnos con él, esencialmente el entrenamiento desde nuestro punto de vista es crear un lenguaje con nuestro perro que nos permita entenderlo y darle a entender qué es lo que nosotros deseamos.

 

Autoridad versus autorización

No debemos confundir autoridad con autorización. En nuestro modelo sí utilizamos que nuestro perro espere nuestra autorización en las conductas. Previo a un juego de olfato debe mirarnos, esperar la palabra «busca» y luego ir a olfatear; o antes de salir de la casa debe sentarse y salir a pasear luego de que lo autoricemos, pero lo que nosotros buscamos con esto no es tener autoridad frente al perro, sino que el perro alcance un nivel de AUTOCONTROL necesario para poder esperar por algo que él quiere y escucharnos para poder acceder a él, pero jamás enseñaremos ese autocontrol mediante la autoridad. Si lo hago mediante la autoridad será un control impuesto desde afuera, por el miedo a las consecuencias de desobedecer. Si le enseñamos mediante autocontrol, será desde su interior, el mismo perro va a lograr controlarse frente a la situación.

 

Beneficios del autocontrol

Esto tiene muchísimas ventajas sobre el perro, sólo por nombrarles algunas: Entrenar con autocontrol (bien enseñado) fortalecerá el vínculo con tu perro. Mientras que entrenar con autoridad va a ir disminuyéndolo, va a romper la confianza y va a generar inestabilidad emocional (amo a esta persona, pero le tengo miedo). Además, el perro al entender el concepto sin autoridad puede entenderlo de cualquier persona que se lo pida, ya que el autocontrol es propio (del perro) y la autoridad es personal e intransferible (es la persona la que ejerce la autoridad) por lo tanto no obedecerá a terceros (principal problema en entrenamiento antiguo) y apenas salgas de la pieza o el perro esté a una distancia que te pueda ganar, ya tu autoridad no servirá de nada. Es decir, entrenando en base al autocontrol podrás tener un vínculo sano con tu perro, y no será necesario que estés tu o nadie presente para que se comporte, ya que se portará bien porque entiende el concepto de lo que se espera de él. Sin depender de una autoridad presente. 


Reglas

Como regla general, en este sistema de entrenamiento hay que controlar el uso de la voz, la expresión facial y tu lenguaje corporal para tratar de ejercer la menor autoridad posible a tu perro y permitir que él genere el autocontrol necesario en cada conducta del día a día.

  • Estrés vocal:

Nuestros perros han evolucionado más de 30.000 años junto a nosotros los humanos, por lo que entienden perfectamente nuestros tonos. Entre ellos, hay uno muy característico del enfado. Tantos años junto a nosotros, que incluso los cachorros saben que si estamos enfadados, algo malo les va a suceder a ellos, por lo que nosotros podemos regular el uso de nuestro estrés vocal. Tonos más agudos (sin exagerar) son más amables con nuestros perros que tonos más graves y firmes. 

  • Expresión facial:

Intenta relajarte al entrenar. Los perros son capaces de leer nuestra expresión facial a la perfección. Pueden identificar cuando estamos tensos, relajados o enojados e incluso según nuestro estado de ánimo, ellos también se van sintiendo de distintas formas. Así, cuando estamos enojados nuestro perro andará más cuidadoso, parte de su cerebro estará preocupado de eso y no estará 100% enfocado en aprender.

Al igual que en los niños, al momento de aprender cosas nuevas deben estar relajados y sin emociones negativas en su cabeza. En el perro es exactamente de la misma forma. Así que, no estés enojado, intenta no fruncir el ceño, relajar tu expresión facial y pásalo bien. Así tu perro se relajará, lo que hará que aprenda con mayor facilidad.

  • Lenguaje corporal:

Al igual que con la expresión facial, relaja tu cuerpo. Recordemos que los perros se comunican mayoritariamente de forma corporal entre ellos. No así nosotros, que somos primates y nos comunicamos hablando. Por lo tanto, es importante que tu cuerpo esté relajado y que seas consciente de tu lenguaje corporal. Piensa en qué es lo que harás antes de moverte. No hagas movimientos bruscos ni poco claros. Muévete lento o normal, pero no tenso. Confía en tu perro y confía en que hará lo que le estás pidiendo.

Preguntar es mejor que ordenar!!!!


Desafíos:

  • Un buen desafío es analizarnos a nosotros mismos al entrenar y en nuestra convivencia en el día a día. ¿Estoy siendo autoritario con respecto a alguna conducta o situación con mi perro? ¿Estoy ocupando un tono exagerado o militar para algún ejercicio?. Re-evalúa tu convivencia e intenta promover el autocontrol más que la autoridad. Este es un ejercicio constante.

Ejemplos de Autoridad

Autorización: diferencia entre autoridad y autocontrol en el ejercicio del deja.

Autoridad: Yo puedo colocar un pedazo de carne en el suelo, y el perro al acercarse puedo gritar y moverme hacia el perro con un firme y duro «¡¡¡DEJA!!!» y seguramente el perro no tomará el pedazo de carne. No necesariamente tenemos que gritar para ser autoritarios, una voz firme y fuerte bastará para ejercer autoridad.

Autocontrol: Yo puedo entrenar el concepto de «Deja», mediante muchas repeticiones y entrenamiento. Y si lo entreno bien, cuando se me caiga un Doguito  solo tendré que decir en voz calmada y baja «Deja» y el perro ENTENDERÁ que no debe tomar ese premio del suelo. Incluso cuando es muy alto el autocontrol y el entendimiento del concepto puedo decir deja y abandonar la habitación.

 


Advertencia:

Estos ejercicios han sido perfeccionados, durante años, por Dog Teacher ®. En su elaboración y escritura hemos puesto pasión y cariño por nuestro trabajo. Si necesitas usarlo o compartirlo, por favor, solicita autorización a Dog Teacher® (contacto@dogteacher.cl) o al menos compártelos en el formato original con nuestro sello!!!

Mil gracias del equipo DT


Archivos de ejercicios
20-problems-with-punishment_an-e-book by Karolina Westlund1.pdf
Tamaño: 1,26 MB
error: Content is protected !!