Refuerzo de calma
El mejor premio invertido
Todos hemos cometido el mismo error, hemos trabajado duro por enseñarle a pasear o por enseñarle a traer la pelota pero ¿Alguna vez te preguntaste si le has enseñado a tu perro a estar tranquilo, a estar en calma?. Todas o casi todas las actividades e interacciones que tenemos con nuestros perros son activantes, incluso sobre estimulantes. Llegamos a casa y salimos a pasear, estamos trabajando en home-office y jugamos un rato a la pelota, incluso cuando regaloneamos con ellos, les rascamos la espalda intensamente o ponemos tonos agudos que los excitan enseguida.
El problema es que nunca lo hemos premiado por estar relajados, por estar tranquilos y en calma. Pero cuando están activos y molestándonos, muchas veces nos quejamos de que el perro nunca está tranquilo.
Los circuitos neuronales del hacer y del estar son completamente distintos, no podemos esperar que por arte de magia tu perro quiera estar tranquilo contigo si cuando está durmiendo o está tranquilo, nada bueno le pasa. Es más, intentamos movernos despacio para no despertarlo o para no activarlo, ¡Y este es el mayor error! debemos hacer justo lo contrario. Piénsalo así, ¿Prefieres un perro loco o un perro tranquilo? Si analizamos los ejemplos anteriores, estamos continuamente reforzando o premiando las conductas del hacer (perro loco) y estamos ignorando o en cierto sentido castigando, las conductas de calma. Para esto inventamos el refuerzo de calma, que en palabras sencillas (para tu perro) significa que cuando él logre estar tranquilo, van a caer premios del cielo.
Objetivos
El objetivo es que nuestro perro pueda estar tranquilo y relajado en diferentes escenarios.
Reglas
En este ejercicio, si bien estamos entrenando, no estamos enseñando una conducta, sino más bien reforzando un estado emocional. Por lo que las reglas son un poco diferentes a otros ejercicios
- Sin puente o «muy bien»:
Para premiar este estado, usaremos algún premio rico, pero no podemos usar el muy bien, por que en cuanto lo escuche, saldrá de ese estado de calma y el premio le caerá en un estado de activación. Necesitamos que reciba el premio en calma.
- No debe verte:
Cuando lancemos el premio a nuestro perro, él no debe saber de dónde proviene, si no rápidamente entenderá que nosotros lo lanzamos y estará siempre mirándonos a la espera de un premio, incluso con el cuerpo relajado pero activo, en una falsa calma.
Etapas
1º Etapa, incentivar o facilitar espacios de calma.
Esta es una etapa previa de trabajo, por así decirlo. No es propiamente una etapa como tal, pero si es necesario que tengamos conciencia de esto, que ayudemos a nuestro perro a encontrar calma. Como llevamos mucho tiempo relacionándonos por medio de la actividad, de la activación por lo que mientras nosotros estemos en el escenario le va a ser difícil lograr este estado. Para ayudarlo podemos hacer alguna actividad que sabemos que lo va a dejar cansado, como un buen paseo relajante o alguna actividad mental desafiante (enriquecimiento ambiental o resolución de problemas) así después de esta actividad, tenemos todo preparado (premios cerca, su cama o un lugar donde se pueda relajar y toda nuestra atención) para recién comenzar a reforzar la calma. En este punto, dejamos tranquilo a nuestro perro, ignoramos cualquier demanda de atención y comenzamos a observarlo discretamente.
2º Etapa, identificar la calma
Debido a que la calma es un estado interno muchas veces es difícil de identificar pero es crítico saber cuando está en calma, si no, puede que premiemos otros estados emocionales. Normalmente ocupamos tres principales indicadores que podemos observar para saber si nuestro perro se encuentra en calma o no.
- 1º postura corporal: El perro adopta una posición cómoda. Por ejemplo, se acuesta y se relaja con los pies traseros hacia los lados, y no como esfinge listo para pararse. O apoya la cabeza en el suelo en vez de tener la cabeza arriba esperando algo.
- 2º estado de alerta: El perro comienza a perder atención en el dueño, no está conectado o preocupado de lo que está haciendo. Manteniendo la postura relajada, comienza a prestar atención a otros estímulos, observar otras cosas. Puede estar atento al medio, pero no hipervigilante o atento a cualquier estímulo para reaccionar frente a este.
- 3º desconexión del ambiente: El perro comienza a estar más desconectado del ambiente y no reacciona frente a algunos estímulos. Por ejemplo, al hacer un ruido no se levanta ni se activa. O cuando uno mueve el brazo y el perro no se inmuta, o incluso uno se para y se mueve y a éste no le importa. Estos son indicadores de que el perro ha entrado efectivamente en calma profunda.
Otros indicadores de que el perro está en calma es cuando hace un suspiro más grande como listo para quedarse dormido o incluso un perro que está dormido también se considera que está en calma (ya no puede estar en una calma más profunda).
3º Etapa de premiar la calma
Una vez que se identifica que el perro está efectivamente en calma, debemos darle un premio. Esto se debe hacer sin decir ninguna palabra, lanzándole un pedazo de comida. Lo ideal es que no se dé ni cuenta desde donde apareció el premio, pero que le caiga cerca o incluso en su cuerpo. Lo normal es que las primeras veces el perro se active al darse cuenta de la existencia de comida. Se levantará, investigará, intentará conseguir más, nos saltará y hará lo que sea. Esto es normal porque hasta ahora, todos los premios (juego caricias y comida) los ha conseguido por hacer cosas, no por estar en calma. En este tiempo lo ignoraremos y no le puede llegar nada de comida por otras conductas, hay que esperar hasta que entre nuevamente en calma para darle otro premio. Luego de varias repeticiones irá entendiendo que la calma es lo que lo lleva a obtener comida y se quedará más tiempo en ese estado.
Desafíos:
- Calma en exteriores: Si a tu perro ya no le cuesta calmarse dentro de tu hogar, y crees que está preparado, ¡Intenta lograrlo afuera!. Después de un buen paseo siéntate en algún lugar tranquilo, puede ser una plaza ojalá con pocos estímulos, y quédate con tu perro ahí por un buen rato. Debes tener los premios listos para premiarlo. ¡El desafío es lograr que se calme!. Otro escenario complejo es cuando tenemos visitas, este es otro desafío interesante.
Tips del ejercicio
Mala puntería:
Si el premio le cae cerca y no se ha dado cuenta. No debemos ir a mostrárselo o indicárselo. Esperar hasta que su olfato le avise que hay algo cerca, o tirarle otro premio hasta que se dé cuenta
Ojo con que esté pendiente:
Una vez que el perro aprende que los premios provienen de uno, comenzará a estar hipervigilante a nuestros movimientos, en especial al de la mano. Debemos ser cuidadosos en premiarlo cuando esté de verdad desconectado de nosotros. Si no, aprenderá a estar acostado, pero con su atención activa.
Si le cuesta mucho, ayúdalo.
Si tenemos un perro que le cuesta demasiado entrar en calma, podemos propiciarla sacándolo a pasear antes o cansándolo de alguna forma. Esto facilitará que adopte este estado y que una vez que se calme, entienda que esto le trae buenos resultados.
Falsa calma:
Algunos perros astutos, se hacen los relajados pero están hipervigilantes a nuestros movimientos. Puedes probar si es realmente calma, al mover la mano similar a un lanzamiento de premio. Pero no lanzamos nada, si tu perro se mueve y busca un premio, significa que está demasiado atento a ti como para estar en calma real.