Diagnóstico
En el diagnóstico, el análisis cuidadoso de los antecedentes del criadero, etapa temprana y crianza son claves para identificar los factores predisponentes, pero también se debe analizar el vínculo humano-animal, las incongruencias en la comunicación y discriminar si los signos observados son debido a una ansiedad por separación u otros motivadores con resultados similares que son parte del diagnóstico diferencial.
Factores predisponentes:
Hay múltiples factores relacionados que van a determinar que se presente este problema, entre los más importantes están:
- Evento Traumático: normalmente relacionado a un evento de abandono, en el cual el perro queda en condiciones de cuidado más precarias o sin un grupo social estable.
- Genética: se ha descrito que existe predisposición a este trastorno en ciertas líneas de perros o razas que lo desarrollan con mayor facilidad.
- Destete precoz: en el proceso de destete natural que ocurre a los 2 meses y semanas, la madre restringe progresivamente los intentos del cachorro de establecer contacto con ella, enseñándole gradualmente y mediante habituación a estar solo.
- Perros geriátricos: se ha observado que en la vejez, el perro tiende a desarrollar más este trastorno.
- Luego de cambios en la rutina: después de unas vacaciones o de una licencia médica del dueño, en donde vive una disminución abrupta de contacto entre el perro y sus dueños.
- Hiperapego: cuando el dueño refuerza demasiado las demandas de atención de su perro, generando una dependencia excesiva hacia el dueño.
- Inestabilidad en las rutinas: la dificultad del perro para adaptarse a estos cambios impredecibles no le permite una estabilidad.
Diagnóstico clínico:
Se debe sospechar de un problema de APS cuando al estar solo o separado del ser de apego, existe alguno de estos síntomas o una combinación de estos en el perro:
- Aumento de la conducta destructiva: puede haber una mayor predilección hacia pertenencias del propietario o hacia puertas o ventanas (lugares por donde el perro puede escapar o asociados a la salida/entrada del dueño). También puede ser una destructividad dirigida a los elementos que tengan olor al dueño con el cual tiene el hiparapego.
- Aumento de las vocalizaciones: desde gemidos leves o ladridos hasta aullidos. Estos pueden continuar por horas luego de la salida del dueño.
- Pérdida del control voluntario de la defecación o micción: lo que resulta en un problema de eliminación inadecuada. Esta puede ser tanto orina como heces. Usualmente los lugares de salida/llegada del dueño suelen ser los más afectados, ya que es donde el perro permanecerá más tiempo pero no es exclusivamente ahí. Puede ser incluso en lugares donde el dueño duerme o descansa.
Es importante destacar que la existencia de estas conductas no necesariamente significa la presencia de APS. Un perro puede destruir por aburrido en ausencia del dueño,
pero no tener APS. Así como ladrarle a estímulos o eliminar inadecuadamente. Por esto es necesario una evaluación conductual por un veterinario especialista en comportamiento.
Los criterios de diagnóstico que permiten concluir y determinar que el problema es efectivamente ansiedad por separación son los siguientes:
- Aparece sólo en ausencia del propietario o cuando el perro no tiene acceso a ellos.
- Aparece en un porcentaje muy elevado de las ocasiones en que el perro se queda solo o no tiene acceso a ellos.
- Se manifiesta poco tiempo después de la salida de los propietarios. Para comprobar este extremo, puede resultar útil filmar la conducta del perro cuando está solo.
Otras manifestaciones menos frecuentes e inespecíficas son:
- Signos de estrés antes de que el dueño se vaya. El perro es capaz de anticiparse a las salidas del dueño, conoce sus rutinas y cuando esta comienza empieza a aumentar su ansiedad, deambula sin rumbo fijo, se agita, jadea o bien se percibe deprimido, aumentando progresivamente y llegando al culmine cuando el dueño abandona la casa.
- Cuando el dueño regresa se ve sobreexcitado, tardándose tiempo en volver a la calma (5-10 minutos). Incluso con salidas cortas del dueño lo recibe como si se hubiera ido por horas.
- Hipersalivación: existe un aumento de la salivación mientras el dueño se encuentra ausente, este se puede evidenciar si hay posas o manchas de saliva en los lugares donde el perro espera la llegada del dueño y a su regreso el perro toma grandes cantidades de agua.
- Perro velcro: son perros que necesitan estar en constante contacto con el dueño. Si son ignorados demandan atención continuamente o se ponen muy inquietos e inseguros.
- Perro sombra: son perros que están constantemente siguiendo al dueño donde vaya, llegando al extremo de meterse al baño junto a él. No necesitan tanto el contacto físico pero sí el contacto visual.
- No come sin el dueño, normalmente debido a la alta ansiedad que le produce estar solo. A veces llega incluso a no comer si es que el dueño no lo acompaña en la cocina o no le da la comida directamente.