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Conceptos
Para poder entrenar tenemos que entender un montón de mecanismos que nuestros perros están aprendiendo, en esta sección compartiremos nuestra experiencia junto con estudios científicos y de nuestra filosofía de entrenamiento como un sistema de comunicación y vínculo.
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Protegido: Programa entrenamiento Cachorro AM (temporal)

    Enriquecimiento ambiental

    Como vimos en el video de Alexandra Horowitz, los perros ven el mundo de una forma muy diferente a nosotros, así que lo que para nosotros puede ser estimulante, como la TV, para ellos puede no serlo y nuestro desafío es adaptar nuestra vida a ellos, a sus sentidos y enriquecer nuestro entorno para mejorar su calidad de vida!

    En la vida en cautiverio los animales se ven sometidos a ambientes o lugares muy monótonos, sin desafíos ni variedades. Por esto, lo que plantea el  enriquecimiento ambiental (EA) es generar ítems u objetos que estimulen conductas naturales de la especie, que los mantengan ocupados durante el día, que varíen su ambiente y que le planteen desafíos tanto físicos como mentales que son críticos para su bienestar. En este punto es importante entender que los animales ven y sienten el mundo completamente diferente a nosotros, por lo que algunos ítem del EA que nosotros pensemos que van a ser espectaculares, según la opinión del perro pueden ser súper aburridos, y también al revés, puede que el perro necesite EA diferentes a los que nosotros podríamos imaginar.

    El Enriquecimiento ambiental (EA) es una técnica que se utiliza hace muchísimos años en zoológicos para aumentar el bienestar de los animales en cautiverio y consiste en proporcionarles los estímulos ambientales necesarios para optimizar su calidad de vida. 

    El objetivo del enriquecimiento ambiental es mejorar o mantener la salud física y mental aumentando la cantidad de comportamientos específicos de la especie, incrementar la utilización positiva del espacio donde vive, prevenir o reducir la frecuencia de comportamientos anormales como los movimientos estereotipados, automutilaciones y otros, además de aumentar la capacidad individual del animal para afrontar los desafíos de la cautividad.

    Un punto importante al elaborar un EA y la respuesta del animal frente a esta, es que el individuo también debe tener la opción de decidir si quiere interactuar o no con este. El que el perro tenga el poder de decisión de querer interactuar ahora mismo o más rato con el enriquecimiento, o que incluso no le interese también es otra forma de mejorar su bienestar. Ya que le entrega control sobre su ambiente y control sobre sus propias decisiones, lo que aumenta su calidad de vida. 

    En la medida que esta técnica se ha ido investigando, se ha validado su efectividad y beneficios, pudiendo llegar a beneficiar a un amplio espectro de vertebrados e invertebrados como los mamíferos terrestres, mamíferos marinos, aves, anfibios, reptiles, pulpos y arañas.

    Cuando estuvimos en cuarentena pudimos empatizar como nunca antes con nuestros perros. Nos vimos buscando cada día algo nuevo que hacer, algo que hiciera cada día distinto y que nos permita cuidar nuestra salud mental. Para eso

     nos ayudaron las series, comprarnos juegos o puzzles, hablar con nuestros amigos por cámaras, comprarnos cosas que nos mantuvieran entretenidos en casa, muchos aprendimos a cocinar, o lo que fuera que mantuviera nuestro cerebro entretenido y estimulado. Pudimos vivir en carne propia lo necesario de la estimulación mental. En nuestros perros es lo mismo, ellos viven en cuarentena, todo el día encerrados en el mismo espacio, y con una o dos salidas al día.

    El enriquecimiento ambiental se puede proporcionar a cualquier animal que permanezca en cautividad, esto incluye:

    El EA es en palabras simples, la presencia de cualquier estímulo que despierte el interés del animal de forma positiva que estimule conductas naturales como exploración, morder lengüetear, oler o saltar puede considerarse enriquecimiento, incluyendo objetos naturales y artificiales, aromas distintos, alimentos novedosos o preparados de diferente forma. Los enriquecimientos se dividen en cinco grupos:

    • Sensorial: diferentes estímulos que puedan ser percibidos por alguno de los sentidos de los animales tanto visuales, olfativos, auditivos, táctiles o gustativos. Se pueden colocar olores nuevos, texturas diferentes en el piso como arena o paja, objetos en movimiento que sean novedosos, etc.
    • Alimentación: consiste en convertir la alimentación en un reto. Puede realizarse con diversos métodos, presentar la comida de una forma que les obligue a resolver pequeños problemas y que animen a los animales a investigar, manipular y trabajar para obtenerla como hacen en la naturaleza. Escondiéndola en diversos objetos diseñados para dificultar su acceso, metiendo alimentos en hielo en el verano, o cualquier mecanismo o idea que obligue al animal a esforzarse.
    • Físico: proporcionar elementos que puedan manipular con sus patas, boca, cabeza, cuernos, etc. Esto provoca el comportamiento de investigación y el juego exploratorio, uno de los aspectos más importantes en zoológicos es mejorar el hábitat donde se encierra a los animales,  añadir cambios o aumentar la complejidad del ambiente (tridimensionalidad). En nuestros perros y gatos también podemos hacer cambios, como la cama o refugio, o en gatos rascadores y repisas.
    • Social: proporcionar a los animales oportunidades para interactuar con otros, tanto de su especie como de otras. Incluso si no podemos, el uso de espejos, o imágenes es una alternativa (en pingüinos, especie altamente social, cuando están solos en zoológicos se colocan varios espejos simulando un grupo mayor).
    • Cognitivo: los animales tienen diferentes habilidades cognitivas que se pueden potenciar; el resolver problemas, utilizar herramientas, desarrollar estrategias, etc. El entrenamiento con refuerzo positivo es uno de los enriquecimientos cognitivos más completos que existen.

       

      En el  caso de nuestros perros hay diversas formas en que podemos profundizar el EA, y aquí es donde debemos desarrollar el ingenio. Podemos tener un set de 10-15 juguetes e ir dejándole 4-5 distintos cada día, para que no se aburra y mantengan la novedad. Cosas para morder como huesos de carnicería, que lo mantendrán ocupado un buen rato. Variar el ambiente con olores nuevos, música o incluso variar las rutinas de paseo y ejercicio. Que no sea siempre lo mismo. 

      En especial es bueno encontrar distintas formas de darle su comida. Lo mejor es simplemente  eliminar el plato de comida, y obligarnos a darle todas sus comidas en formatos de EA,  donde deba esforzarse y trabajar para conseguirla (sigue nuestro movimiento #nomasplatos en Instagram y etiquétanos para ver tu creatividad). Estos pueden ser juguetes hechos, como los famosos Kong o su competencia, o también podemos  inventar nosotros otros objetos, como botellas rellenas (a veces hasta vacías los entretienen). Otra forma es esparcirles la comida por el patio o esconderle los pellet por la casa para que tengan que desarrollar el olfato (si les apagamos la luz, ¡mejor!). Existen además en el mercado alfombras olfativas donde esconder comida e incentivar el olfato. El enriquecimiento no sólo se basa en la alimentación, podemos traer cosas interesantes de afuera, como unas ramas de la calle u hojas secas para poner en nuestra terraza. Cualquier elemento novedoso, que estimule a nuestro perro a explorar, olfatear o morder es un enriquecimiento (cuidado que tus muebles no cuentan como enriquecimiento). Te recomendamos también leer el ejercicio de “resolución de problemas”, esa es otra forma de enriquecimiento ambiental que te servirá para entender mejor a tu perro.


     

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