Enseñando el modelado con correa
Este ejercicio es uno de los pilares de nuestro trabajo con perros. Es un desafío para nosotros explicárselo a ustedes, ya que no es un ejercicio fácil de enseñar, incluso a nosotros nos ha costado años alcanzar la técnica a la perfección, por lo que también será un desafío para ustedes entenderlo y realizarlo correctamente. Todos tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para lograr esta difícil tarea.
Algunas recomendaciones antes de comenzar:
ESTUDIAR, ESTUDIAR, ESTUDIAR
Este es uno de los ejercicios más importantes y más complejos, por lo que antes de tomar la correa y ponerte a practicar, lee la ficha varias veces, estudia el mecanismo de entrenamiento por refuerzo negativo, ve los videos varias veces y sé paciente. Este ejercicio se entrena como una resolución de problemas, es decir, debemos preparar un escenario que nuestro perro pueda resolver e ir incrementando la dificultad del problema paulatinamente. Debes ser paciente con tu alumno, sé considerado con la tensión que ocupes en la correa y no dudes en preguntarnos si algo no funciona como esperas. Teniendo esto en cuenta ¡Vamos al problema!
El problema, el reflejo de oposición
Todos los animales tenemos un reflejo natural llamado «reflejo de oposición», es decir, que si alguien nos empuja en alguna dirección, nos resistiremos y haremos oposición a esa fuerza para mantener el equilibrio. Este es un acto instintivo y automático para no caernos al suelo. Bueno, al perro le sucede exactamente lo mismo cuando lo jalamos de la correa, para no caerse, tira en la dirección contraria a la que yo quiero que avance. El objetivo de este ejercicio es eliminar ese reflejo de oposición haciendo que el perro no se resista a esa tensión, sino que la siga. La dificultad de este ejercicio proviene porque este es una respuesta rápida y sin procesamiento en la corteza cerebral, como cuando nosotros sacamos la mano de algo que se encuentra caliente. Por esto, al ser un automatismo, necesitamos ser demasiado precisos y cuidadosos en nuestra enseñanza.
Resolución de problemas
Planteamos este ejercicio como una resolución de problemas. Esto tiene varias ventajas para el aprendizaje del perro, pero plantea algunos desafíos para nosotros como profesores. En la resolución de un problema el mayor premio es resolverlo, no hay nada más satisfactorio que enfrentarnos a una situación compleja y salir airosos de ella. Por lo tanto, iremos creando diferentes escenarios de problemas en nuestro perro y haremos que sea exitoso en su solución.
¿Cuál es el problema? El reflejo de oposición ¿Cuál es la solución? Seguir la dirección que te indica la tensión de la correa. Por lo tanto, lo que haremos será generar una leve tensión sobre la correa y no permitiremos que su reflejo natural de oponerse sea la solución. Si se opone, mantendremos la tensión y no dejaremos que logre retroceder (porque en su cabeza esa es la solución al problema). Sólo lo premiaremos cuando decida avanzar hacia la dirección desde la cuál estamos tensando la correa. Ojo con esto, él debe decidir venir hacia nosotros. ¡No debe ser empujado hacia nosotros con tirones de correa! . Es él quien tiene que encontrar la solución al problema, en un comienzo trataremos de no facilitar demasiado el proceso, pero si necesita un poco de apoyo verbal, se lo daremos. Entendiendo este ejercicio como una resolución de problemas. ¡Vamos a ver cómo se lo enseñamos!
Objetivos
Buscamos que el perro, al sentir una tensión en su collar, siga la dirección de esa tensión permitiéndonos guiarlo y comunicarnos durante el paseo de manera sencilla y natural.
Este ejercicio es útil para una gran cantidad de perros, como los que tiran de la correa, los que les cuesta enfocarse en sus dueños y en perros que son reactivos o agresivos a algún estímulo durante el paseo. Es una excelente forma de direccionar o manejar al perro cuando está sobrepasado por algún estímulo y de redirigir su atención hacia nosotros. Lo utilizaremos constantemente en el paseo para indicar direcciones, pausas o simplemente para evitar que se enrede en un árbol.
Reglas
Como ya les comentamos, este es uno de los ejercicios más complejos de enseñar, aprender y utilizar en nuestra metodología, pero a la vez es uno de los más importantes y pilar en todos nuestros tratamientos. Como es un ejercicio que se enseña a través de refuerzo negativo (vamos a incrementar una conducta al eliminar una incomodidad en el perro, recuerda revisar el concepto leyes de aprendizaje animal) es súper fácil que usemos este ejercicio de mala manera y que sea abusivo con tu perro o que desde afuera pueda interpretarse como maltrato o trato inadecuado.
Por esto, este ejercicio tiene más reglas que ningún otro y vamos a separarlas en bienestar animal para cuidar a tu perro y en técnicas de enseñanza para facilitar su aprendizaje.
Reglas de cuidado de tu perro:
- Gentil pero consistente:
Este ejercicio requiere que nos coloquemos en el lugar del perro, que siempre tengamos en mente que si bien es un ejercicio un poco incómodo, debemos tener cuidado con él. Por lo tanto debemos ser siempre gentiles en la tensión pero consistentes en la dirección. Una vez que comienzo a modelar hacia un lado, debemos lograr el objetivo de que nuestro perro entienda esa dirección.
Por esto este ejercicio tiene tantas reglas (4 niveles de tensión gradual, 3 direcciones, 2 ángulos) justamente para cuidar a tu perro y evitar abusos de fuerza.
- Reglas primordiales del modelado:
- Jamás jamás utilizaremos un tirón para direccionar el modelado, siempre utilizaremos tensión de menos a más. (tensión es sin golpe).
- No usaremos la tensión para obligarlo a hacer algo que no le guste o le dé miedo como acercarse a otros perros (excepto que sea manejado por un veterinario etólogo o un entrenador profesional).
- Si vemos que nuestro perro sufre o tiene miedo, debemos encontrar una estrategia para ayudarlo a resolver el problema sin sufrimiento.
- Prohibido utilizar un collar de ahorque o púas (si bien no es recomendado hacerlo con arnés, si es que lo haces con uno que sea un arnés frontal).
Reglas de la técnica de la enseñanza
- Correa y collar siempre
En este ejercicio vamos a necesitar obligatoriamente una correa larga de 3 metros y un collar ancho y cómodo. Para asegurarnos que el collar no pueda salirse al generar el reflejo de oposición, debemos ajustarlo correctamente, deben caber al menos dos dedos bajo el collar.
Siempre partiremos en ambientes sin muchas distracciones, puede ser en la casa, e iremos aumentando las 4Ds en la medida que nuestro perro vaya entendiendo el concepto de este ejercicio.
- Tensión de la correa
Así también es clave entender cómo ejercer la tensión y cuando liberarla, ya que el premio por resolver el problema es que la tensión desaparece (incomodidad, revisar concepto leyes de aprendizaje, entrenamiento por refuerzo negativo), por lo que el timing es fundamental.
Los grados y la progresión en la tensión también son claves, siempre iremos de menos a más, podemos definir al menos 4 grados de tensión, dependiendo desde qué parte del cuerpo ejerzamos la tensión:
- 1º nivel: Tensionamos la correa solo con los dedos. Sólo utilizando la fuerza que podemos hacer con los dedos.
- 2º nivel: Es sólo con la muñeca, empuñando la mano y sólo doblando la muñeca aumentaremos la tensión. Cuidado con hacer fuerza con el brazo, porque ese es el 3º nivel. Debemos sólo flexionar la muñeca y mantener el brazo fijo.
- 3º nivel: Utilizaremos fuerza del brazo a través de la flexión de este, con la fuerza del bíceps tensionamos la correa. Debemos regular y utilizar de manera gradual la fuerza que pueda aplicar con mi brazo, cuidando de no utilizar el peso de mi cuerpo al ejercer la fuerza.
- 4º nivel: Utilizaremos la fuerza del cuerpo. Aquí al girar con el hombro y con el peso de mi cuerpo, podré aumentar el nivel de tensión sobre la correa al máximo.
Observaciones generales de la tensión: Siempre iremos de menos a más, teniendo paciencia en cada nivel, dando el tiempo necesario para que lo pueda resolver por sí solo. Además, debemos tener en consideración el tamaño y fuerza del perro, no es necesario utilizar el 4 nivel en un Chihuahua.
Jamás utilizaremos un golpe, por esto no podemos pasar inmediatamente al 3º nivel. Siempre partiremos en 1º nivel, luego el 2º, luego el 3º, por lo tanto, es imposible tensionar la correa tan rápido como para que el perro sienta un tirón o un golpe de esta sobre la tráquea.
- Direcciones y ángulos del modelado
Un segundo concepto clave en las tensiones son las direcciones y ángulos de la correa para poder dejar a tu perro sumamente claro cuál es la solución a su problema. Debemos intencionalmente ser lo más claros posible con las direcciones de la correa.
Existen sólo 3 direcciones en las que se puede modelar. Hacia delante del perro, hacia la izquierda y hacia la derecha del perro.
Para facilitar el aprendizaje del perro, siempre modelamos en un ángulo de 90º con el cuerpo del perro (perpendicular al cuerpo del perro) y la correa a la altura de la cabeza del perro (paralela al suelo) con el fin de generar mayor inestabilidad, así el perro tiende a irse hacia los lados. Nosotros modelamos hacia los costados, de esta forma es más clara la dirección de la tensión. Si estamos atrás o adelante nos ubicamos de manera que podemos modelar desde el ángulo correcto.
- Timing
Y por último, es sumamente importante el momento de liberar la tensión de la correa ¡Ya que ese es el premio de todo este ejercicio! Dejar de sentir esa incomodidad.
Debo liberarla en el segundo exacto en que da un paso hacia la dirección que le estoy indicando. Suena simple, pero no es tan fácil. Esta es la clave de este ejercicio y suele ser uno de los principales errores al modelar.
¡El timing debe ser perfecto!
Etapas
1º Etapa, entendiendo la dirección de la tensión
Buscaremos una situación donde tu perro tenga motivación, ganas de ir a una dirección, y de manera intencional lo modelaremos en dirección contraria. Buscaremos intencionalmente generar el reflejo de oposición, en su expresión mínima, en cuanto observemos que la correa se tensa o que el perro se está oponiendo a la tensión. Mantendremos ese nivel de tensión sobre la correa, y esperaremos varios segundos, hasta minutos, para ver si logra resolverlo solo. Podemos aumentar ese nivel de tensión luego de 1 o 2 minutos máximo, en esta primera etapa no recomendamos superar el 2º o 3º nivel de tensión, ya que queremos ayudarlo. En cuanto avance un solo paso hacia la dirección que le estaba indicando, inmediatamente relajamos la correa, decimos un «muy bien» y podemos acariciar o incluso entregar un premio, repetimos el ejercicio. Recuerda que el refuerzo social (caricias) es muy importante, pero no debemos exagerar.
En cambio, si sigue rechazando seguir la dirección de la tensión, luego de varios intentos -cada uno de varios minutos- podemos ayudarlo con un premio. Una vez que generamos el reflejo de oposición, ya estamos en un 2º nivel de tensión y definitivamente nuestro perro se «clavó al suelo», podemos colocar un premio frente a él para ayudarlo, pero es clave mantener la tensión continua sin aflojar nunca, aunque me tenga que acercar a ofrecer el premio. Esto lo puede motivar a salir de la oposición, pero igualmente la clave es relajar la tensión cuando comience a moverse hacia el premio.
Es importante notar que es él quien debe decidir avanzar. Nosotros no debemos arrastrarlo o moverlo con la tensión de la correa.
2º Etapa, vive la vida modelando
Una vez que tu perro siga la tensión de la correa de manera relajada, en un ambiente controlado, en los tres sentidos, empezaremos a utilizarla en ambientes más complejos, como el paseo, en el jardín de tu edificio y en la casa. Esta vez, ya comenzamos a utilizarla de manera direccional, para ir continuamente indicando al perro lo que necesitamos que haga.
Si tu perro durante el paseo se fija demasiado en un estímulo, intentaremos que se pueda acercar a ese estímulo pero escuchando el modelado. Si yo lo modelo en dirección contraria al estímulo, debe seguir el modelado. Si le está costando demasiado seguir el modelado con correa y desconectarse del estímulo: alejarse, tomar mayor distancia del estímulo y seguir trabajando.
Desafíos:
- Ejercicio de la Isla: Esta es una variación del modelado o una forma diferente de enseñarlo ya que a veces cuesta encontrar situaciones para modelar, por eso diseñamos este ejercicio.
Colocaremos una isla de comida en medio de una habitación amplia o de un ambiente de bajos distractores (como un estacionamiento de autos). Le mostraremos a nuestro perro el montón de comida al medio (la isla), su respuesta inmediata será tratar de ir hacia la isla y nosotros comenzaremos a modelar hacia afuera, dando círculos alrededor.
El objetivo de este ejercicio es poder dar vueltas alrededor de la isla, y que el perro vaya con la correa floja. En un comienzo parto lejos de la isla, pero me voy acercando paulatinamente. Cada vez que mi perro trate de ir hacia la isla lo modelo hacia afuera y sigo caminando a la misma distancia de la isla.
- Ejercicio del árbol: Este es una aplicación del modelado en vida real, para enseñarle que el escuchar la correa y seguirla es bueno para él. Durante el paseo, buscaré una hilera de árboles, separados por varios metros y caminaré entre ellos, e iré modelando a mi perro en la dirección que yo desee haciendo una especie de zig zag. En el primer árbol pasaré por la izquierda, en el segundo por la derecha. Como no queremos enseñarle a hacer slalom a nuestro perro, debo variar y puedo hacer dos o tres árboles seguidos por la derecha. Lo importante es que tu perro empiece a escuchar la correa, que entienda que le entrega información relevante o importante para no enredarse en los árboles (cuidado que este ejercicio, no es una resolución de problemas del árbol, así que no debemos dejar que se alcance a enredar, debemos mostrarle el camino correcto antes).
Podemos buscar distintos objetos durante el paseo e indicarle por qué lado del objeto quiero que pasemos
Tips del ejercicio
Importante:
Técnicamente este ejercicio es difícil, pero hay algunas consideraciones al momento de modelar que harán que te sea más fácil. Tenemos un listado gigante de Tips y un video al final para ayudarte
Nunca modelamos hacia atrás, ya que para el perro es poco natural retroceder y difícilmente retrocederá voluntariamente en este ejercicio. Si estamos atrás y queremos modelar, ponemos la correa hacia alguno de los lados (izquierdo o derecho) y extenderemos nuestro brazo lo más posible para lograr los 90º (o lo más cercano a los 90º posible) y aplicamos la tensión desde ahí.
Nunca modelamos hacia arriba, ya que es una dirección a la que no puede ir. Al modelar intentamos poner nuestra mano siempre a la altura del cuello del perro, la correa paralela al suelo y no desde nuestra altura.
¿El premio? simple, dejar de molestar:
Este ejercicio lo enseñamos con refuerzo negativo, por lo tanto, la eliminación de la incomodidad es el premio realmente. En este tipo de ejercicios el timing del premio es fundamental para que entienda que avanzar es lo que elimina lo desagradable. Un error demasiado común es que apenas el perro avanza, el dueño sigue tirando de la correa, sigue tensionándola, porque piensa que eso es lo que le está enseñando al perro a no negarse a avanzar y es justo lo contrario ¡Debemos relajar la correa apenas avance!
Manejo de correa:
La idea es que durante la mayor parte del paseo la correa vaya floja y que cuando lo modelemos con la correa (aplicar tensión) sea para algo y no porque sí. La correa tensa tiene una función específica. Este ejercicio nos exige estar 100% conscientes del manejo de la correa y de cuándo y para qué le estamos añadiendo tensión. Es un ejercicio de evaluación constante de lo que hacemos con la correa en nuestras manos.
Tirones, tirones, tirones:
Jamás «tironear» al perro. Siempre hablamos de tensiones, no de tirones. No se trata de hacerlo girar a la fuerza o de empujarlo, se trata de que él decida seguir la tensión.
Tirar al pasear:
Si el perro me tira en el paseo y yo le permito avanzar, estaríamos reforzando el reflejo de oposición que queremos eliminar. Por lo que este ejercicio va de la mano con no reforzar nunca más el que vaya tirando durante el paseo (revisa ejercicio pasear sin tirar). Cada vez que me tire y que la correa se tense, debemos parar o modelarlo en otra dirección. Pero jamás se le debe permitir seguir avanzando.
Si le cuesta, aumenta:
Si le está costando mucho seguir el modelado, podemos ir aumentando la tensión de la correa gradual y lentamente (aumentamos la incomodidad). Pero debemos darle unos segundos, o incluso minutos de incomodidad para que se de cuenta que la solución es avanzar y no oponerse.
Error 404 falla en el sistema: Morder la correa, saltar o agarrar la correa con las manos.
Si empieza a cabecear, saltar o agarra la correa con sus manos, rehusándose a avanzar, mantenemos la tensión y bajamos lo más posible la correa para que la suelte, o el cabeceo se haga incómodo e inefectivo (bajar más del nivel del cuello del perro). Y apenas dé un paso adelante relajar la correa inmediatamente. Así irá entendiendo que luchando no consigue nada, pero apenas avanza desaparece lo que le incomoda.
Larga vida a las correas largas:
Utilizar los 3 metros de la correa. Es más sencillo para el perro entender el direccionamiento cuando tú estás más lejos de él, si lo estoy modelando muy cerca de mí, estoy forzándolo además a entrar en mi espacio individual agregando otra incomodidad más al sistema.
Gentiles pero consistentes: Sólo una dirección
Si tú modelas a la izquierda y tu perro rechaza la vuelta y se da un giro completo, siguiendo la dirección indicada por la correa, pero por la derecha, debo insistir en que el giro es por la izquierda, no por donde a él le da la gana (es difícil de entender, pero cuando te suceda te acordarás de nosotros). Por lo tanto, si tu perro trata de resolver el problema a su manera, insiste en la dirección que le pediste en un comienzo, no aflojes el problema.