Señales de calma o apaciguamiento.
Lenguaje sutil del mundo canino
La ciencia del comportamiento es una ciencia relativamente nueva, que aún está en desarrollo y en la cual se están haciendo descubrimientos gigantescos estos años. Uno muy importante fue el descubrimiento de las señales de calma por parte de Turid Rugaas, quien desde el año 1969 trabaja día a día para entender mejor el lenguaje canino. En su tarea por lograr esto y mientras entrenaba a sus pacientes en Noruega, observó que algunas conductas de los perros, no estaban relacionadas con la situación contextual en la que aparecían. Por ejemplo, dos perros estaban jugando intensamente, repentinamente uno bostezaba y luego reanudaban el juego. ¿A quién le da sueño jugar? al ver esto, comenzó a notar que muchos perros repetían estas conductas y que eran parte de la comunicación de los perros, generando cambios en la conducta de ellos, por lo que se decidió a estudiarlas. Ruggas T. (2005) «El lenguaje de los perros» (léelo aquí) .
Ella las nombró señales de calma, hoy también se conocen como señales de apaciguamiento, que en nuestra humilde opinión es un término más acertado, ya que señales de calma llevan a confundir un poco su sentido y uso, que es mucho más amplio que solo calmar al otro perro. Pero también hay que reconocer que Turid hizo este tremendo descubrimiento y ella las nombró como señales de calma, así que usaremos ambos términos en nuestra academia.
La comunicación del perro es muy variada pero a la vez muy sutil, normalmente los humanos nos damos cuenta de las señales comunicativas cuando nuestro perro se encuentra gruñendo, mostrando los dientes y ladrando, estas son señales de advertencia marcadas, previos a la agresión misma, pero antes de estas advertencias existieron muchas señales sutiles. Una agresión, un conflicto serio tiene consecuencias graves para un perro, salga perdedor o triunfador pueden existir heridas profundas, pérdida de partes del cuerpo, etc, por lo que todos los perros en un comienzo van a buscar evitar el conflicto. Todo esto quiere decir que nosotros nos damos cuenta tarde, cuando ya estamos a punto de presenciar una pelea.
Las señales de calma, son todo este lenguaje sutil, previo a las señales de advertencia. Son 28 señales diferentes que tienen los perros para evitar un conflicto, sin tener que entrar en un conflicto directo. Las señales de calma tienen dos funciones y funcionan de manera bidireccional.
Primero
Son para disminuir la tensión en un momento de conflicto, o tensos y
Segundo
Son para calmar o apaciguar al otro perro o al individuo que las emite.
Esto quiere decir que apaciguan a ambos perros (bidireccional). Lo interesante es que estas señales por el largo proceso evolutivo que hemos tenido, no solo funcionan entre perros, sino que también con los humanos. Si te fijas bien, la próxima vez que vayas a saludar a tu perro de beso o abrazo, míralo bien, y cuenta cuántas de estas señales ves.
Si llevamos las señales de calma a lenguaje verbal, serían algo así como decir: “ me siento incómodo, por favor deja de hacer lo que estás haciendo” o “tranquilo no te voy a hacer daño, soy inofensivo”. También pueden mostrarse de manera inconsciente o involuntaria al estar autogestionando una emoción propia.
¿Cuáles son?
Las señales son muchas, les nombraremos las más frecuentes y algunas de mayor importancia, pero como regla general, suelen ser conductas muy breves, cambios muy sutiles y son conductas que a veces están un poco fuera de contexto, son medio extrañas.
Veamos cuales son:
- Sacudirse. Es muy similar a cuando sacuden el cuerpo al estar mojados. Es una forma de liberar al cuerpo de tensión muscular, de quitarse de encima el estrés del momento. Esta señal para nosotros es de alta relevancia porque nos indica como está el perro en ese momento, y cómo está gestionando el estrés. Es bueno que se sacuda, pero también si se está sacudiendo cada 5 minutos puede ser mucho para él. Pueden sacudirse antes de salir a pasear, después de un saludo con otro perro, con visitas en casa, si no consiguen algo en particular o si están tensos en la calle.
- Olisquear. Muchas veces, justo antes de saludarse con otro perro, suele olfatear el suelo, de manera rápida y volver a saludar, o durar más olfateando dependiendo de como se desarrolle el saludo. Puede ser también al acercarse un humano o alguien desconocido. Como bien sabemos por los juegos de olfato, es súper relevante esta señal, ya que disminuye rápidamente la frecuencia cardiaca, principal indicador fisiológico del estrés, siendo sumamente positiva.
- Lamerse la nariz o el hocico. Esta es una señal súper frecuente, y es muy breve. Esta señal es más desconocida y para nosotros, simplemente es un evaluador del estrés. No tan relevante como las anteriores, pero sí un indicador de incomodidad en el perro (es muy frecuente que vaya acompañado de desviar la mirada)
- Bostezar. Es una señal parecida a lamerse el hocico, cumple la misma función aunque un poco menos frecuente de observar. Como comentamos más arriba, esta es una señal fácil de utilizar para calmar a nuestros perros.
- Enlentecer el movimiento. Los perros en sus saludos suelen, en el último tramo, disminuir velocidad, o moverse como en cámara lenta. Incluso esta señal puede llegar al límite de detener el movimiento y congelarse por unos segundos.
- Desviar la mirada. Es una señal un poco más sutil, claramente evitando el conflicto y es bastante frecuente en perros más inseguros o tímidos. Es clave estar atentos a esta cuando trabajamos con perros miedoso. Incluso podemos utilizarla nosotros (desviando nuestra mirada) para decirle a nuestro perro que no queremos entrar en conflicto con él.
- Girar la cabeza. De forma rápida de un lado al otro. El giro puede ser mínimo o marcado. Es una señal que suele acompañarse del desviar la mirada, pero en perros miedosos o muy miedosos, nunca pierden contacto visual con el otro individuo, ya que no quieren arriesgarse tanto.
- Dar la espalda. Es claramente una señal de indiferencia, un corte en la comunicación. Puede ser que en medio de un juego intenso que se está saliendo de las manos, el perro de la espalda repentinamente, comience a olfatear el suelo y continúe con otra actividad. Esta es una clara forma de
detener un momento incómodo o tenso.
Estas últimas cuatro señales, son complementarias, pueden aparecer juntas o en secuencia, indicando la intensidad del momento, puede partir enlenteciendo el movimiento, luego desviar la mirada, continuar girando la cabeza, y finalmente, si todo esto no funciona o no es entendido por el otro individuo (perro o humano) puede darle la espalda.
¿Cómo interpretarlas?
Como pueden ver, estas son solo algunas de un largo listado de señales de apaciguamiento y pueden ser algunas muy sutiles, otras más evidentes, lo importante es que siempre se deben interpretar en todo el contexto en que se desarrollan. El observar señales de calma nos va a ir entregando información de cómo va nuestro perro, cuán estresado o conflictiva es esa situación, y cómo la está gestionando. Ojo, las señales de calma NO son una alarma de sal corriendo de ahí, solo nos entrega más y más información que debemos integrar a todos los otros conceptos y conocimientos que tenemos de la comunicación canina y el comportamiento de nuestros perros.
Como regla general, nosotros tratamos de observar la mayor cantidad de señales que nos emitan nuestro perro e ir registrándolas mentalmente, hay algunas que nos entregan información solo del grado de conflicto o estrés actual (desviar mirada, lengüetear nariz, etc) y otras que nos entregan además información de cómo está gestionando este estrés (Olfatear, sacudirse y bostezar). En la medida que vamos trabajando o interactuando con perros tratamos de mantener un número bajo de señales y si va aumentando, disminuimos la intensidad de esa interacción o ese trabajo. Dando recreos de descompresión, en el sistema de las olas y mareas que conversamos en la escala de la emoción, principalmente en el trabajo de reactividad y miedos.
Ver señales de calma no es un grito en el cielo de que tu perro está sufriendo. Son señales que nos dicen cómo está, qué nos está tratando de comunicar y si está incómodo. Nosotros debemos tomar esa información y tomar una decisión al respecto, ¿Me alejo? y ¿Lo dejo tranquilo? ¿Me mantengo y veo cómo lo gestiona? ¿Aumento la interacción y evaluó como continua? por esto el entrenamiento es tan entretenido y diverso, es tan dinámico y variable porque depende de muchísimos factores ambientales, sociales e individuales en cada segundo.